FAUNA
En la fauna de nuestros montes abundan mamíferos como el zorro, el jabalí, el corzo, la nutría y la comadreja, estos se les puede ver principalmente al amanecer o atardecer.
Las aves que habitan en estos bosques son en su mayoría de actividad diurna entre ellos destacan el cernícalo vulgar, el milano real, el milano negro, el águila calzada, el águila culebra, de la familia de las rapaces, la cigüeña, muy abundante en todos los pueblos de alrededor, la codorniz, una galliforme migradora cuyas poblaciones han disminuido considerablemente, el abejaruco un ave que en otoño e invierno migra a África.
Otras aves que no migran son las avefrías, lavanderas blancas, los jilgueros, los siete colores, verdecillos, pardillos.
En verano la fauna cambia con el calor, es la estación de los insectos, los anfibios y reptiles. Algunos mamíferos como el corzo se encuentran al cargo de sus crías recién nacidas y preparados para reproducirse, en este rumiante la cópula se realiza en verano, la hembra guarda los espermatozoides vivos hasta el invierno, cuando tiene lugar la “implantación” pariendo las crías en primavera. Lo mismo ocurre con la garduña, sin embargo el lobo copula en invierno, cría en primavera y aprovecha el calor cercano para cuidar a sus lobeznos.
En esta época del año en los pueblos los tejados se llenan de nidos de barro y paja realizados por las golondrinas y el avión común.
NATURALEZA
En los alrededores de Almanza hay tres parajes naturales; “Las Cigüeñas”, “El Peñón” y “La Cota”. Los tres están acondicionados con refugio. Excepto “La Cota”, el resto dispone de barbacoas y agua de excelentes manantiales.
“Las Cigüeñas” se encuentran a 3 km aproximadamente de la villa por la carretera de León. Se halla al lado de la carretera.
“El Peñón” está a 3,5 km de Almanza en dirección a Corcos en un desvió que hay que tomar a la derecha. Posee de columpios para los más pequeños.
“La Cota”, de los tres parajes es sin duda el de mayor encanto. Se accede a él por la carretera de Corcos, se encuentra a 3,5 km de Almanza. Es un ecosistema de alto valor ecologico formado por robles albares.
Estos espacios naturales han sido calificados por científicos como los mejores de la provincia de León en particular y de la cordillera Cantábrica en general, y representan una herencia de incalculable valor patrimonial. Muchos de estos robles son centenarios, no se sabe con certeza del año que datan.